✨ Ayer cumplí las 40 semanas de embarazo, lo que quiere decir que tengo al bebé en su punto de cocción y podría salir en cualquier momento. Por eso, perdóname si mientras redacto estas líneas mantengo una parte de mi mente alerta ante cualquier percepción o señal que provenga de mi ya más que abultada tripa.
*Tenía la esperanza de que se adelantara unos días con la Súper Luna Azul, pero no ha sido así (ya sabes lo que dicen, “la Luna Llena acelera los partos”).
✨ Han pasado unos meses desde que publiqué un escrito. Esta etapa he seguido escribiendo, pero he preferido reflejar mis pensamientos en la privacidad que me ofrecen las libretas, con la libertad y sinceridad que brinda la escritura manual, volcándome en ellas de forma exclusiva.
Es cierto eso que dicen de que se producen cambios en el cerebro de las embarazada, quizá por motivos de supervivencia humana. La ciencia lo está investigando para dar una explicación racional, pero al margen de lo que digan, yo sé que en mí se han producido unos cuantos. Por ejemplo, ahora la palabra “importante” ha adquirido otro significado en mi mente, y durante estos meses sólo he podido centrarme en sacar adelante el trabajo que se me ha ofrecido, el Máster que estoy cursando y, sobre todo, en la obsesión por aprender a ser mamá y tenerlo todo listo antes de “la llegada”.
Entre informes y exámenes he estado leyendo acerca de la maternidad y lo que significa. Aunque tengo sobrinos y varias amigas que ya son mamis, yo sé muy poco sobre niños. Tampoco soy una persona “niñera”, de estas que saben interactuar con ellos de forma intuitiva. Ni siquiera lo fui de niña, cuando prefería sentarme a leer en una esquina o hablar con “los mayores” antes que jugar con los otros niños de mi edad…
Mi forma de adquirir seguridad en cualquier aspecto es leer sobre ello, así que es a lo que he dedicado todo el tiempo que me ha sido posible hasta agosto, mes en el que me he obligado a disfrutar de mi último verano preocupada sólo por leer novelas.
A pesar de las lecturas, charlas y vídeos que me han ido introduciendo en el tema, voy con pies de plomo, pues según lo que dicen Carmen Sanchez y Daniel Dunning en este estudio para Harvard Business Review, aprender poco sobre algo genera exceso de confianza: “Existe un exceso de confianza y optimismo en los principiantes, quienes cuando tienen un poco de experiencia reemplazan la cautela por una falsa sensación de competencia”.
Intuyo que a ser madre -y padre- se aprende siéndolo, porque hasta no pasar por ciertas situaciones no puedes entender verdaderamente el sacrificio que suponen; e incluso la experiencia de cada uno es diferente per se, puesto que también cada niño y cada padre es distinto.
Por si es de tu interés, estos son los libros sobre embarazo y maternidad que me han estado acompañando durante estos meses:
Mamá come Sano: Súper recomendable leerlo ANTES de quedarte embarazada; e incluso para hombres o mujeres que no tengan planteamiento de ello. Julio Basulto es uno de esos nutricionistas con cabeza, que no se deja guiar por las modas y que te recalca la importancia del sentido común.
Un regalo para toda la vida: Carlos González es uno de los pediatras que más me han nombrado en estos meses, y me alegro mucho de que así haya sido. En la línea del autor anterior, apela al sentido común, a cómo la humanidad ha criado desde siempre, desmontando mitos o costumbres que hemos adoptado los últimos 100-50 años como mucho. Muy recomendable para entender este mundo de la lactancia.
Ser mamá: Nazareth te habla con cariño, explicándote desde un punto de vista muy cercano, qué te está pasando en todo este proceso de embarazo y qué pasará después. Desmonta mitos, te ayuda a afrontarlo con naturalidad y a preparar el Plan de Parto.
Bésame mucho: “El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemará la aldea para poder sentir su calor”. Demostrar amor, seguridad y cariño a los hijos sólo genera más amor, no niños malcriados ni autoritarios. Dar amor no implica no poner límites, pero sí pensar qué límites realmente es importante marcar y no marcarlos simplemente para que él entienda “quien manda”. La falta de amor es lo que genera odio, dolor y adultos perdidos. Este libro no es más que un refuerzo para todas las mamás y papás que sienten el deseo de amar a sus hijos, pero que reciben los clásicos cortes del entorno exigiéndoles recortar su cariño.
Algo que me maravilló de este libro es la reflexión que aparece al final. Si te lo piensas leer, sáltate mi texto. Si no vas a leer este libro, entonces te pido que cierres un momento los ojos y pienses en cuál ha sido el día o momento más feliz de tu vida…
¿Ya?
¿Estaban tus padres cerca?
Para muchos, esos momentos de pura felicidad incluyen a sus padres. Los días más felices de un niño dependen de sus padres.
Lo mejor de nuestras vidas: Lucía Galán narra momentos, consejos y experiencias maravillosas que abarcan desde el embarazo hasta que el niño -ya no tan niño- deja el nido vacío en casa. Si bien algunas cosas parecen difíciles de aplicar en momentos de tensión, viene muy bien leerlo para hacer la reflexión y hacerte a la idea de las diferentes etapas que vas a ir viviendo con tu pequeña o pequeño.
Qué se puede esperar cuando se está esperando: Manual muy útil para evitar a Don Google cuando tienes dudas de algo -ya sabes que siempre que miras en Internet alguna molestia o inquietud, este te dirá que tienes cáncer o algo muy grave, cuando lo más probable es que sea un simple resfriado.
En cuanto a vídeos, me he visto la gran mayoría de vídeos del canal de YouTube de Baby Suite By Pau, una matrona que explica de maravilla el mundo que gira en torno al embarazo. También tiene su propio libro.
✨ ¿Quieres saber algunos de mis aprendizajes durante este período de embarazo como primeriza? Te cuento sin un orden concreto:
El significado de la palabra importante, cambia según el período de vida en el que te encuentres, pero en el momento en que vas a tener un hijo da un vuelco importante. Eso sí, la salud -ahora más la de tu bebé que la tuya- siempre estará en los primeros puestos.
Estar embarazada tiene aspectos e instantes muy bonitos, pero no es bonito. No usaría “bonito” como adjetivo descriptivo de este período.
Vive tu embarazo -y cualquier período de tu vida- sintiendo las emociones que te inunden, sin olvidar que tus pensamientos y aquello a lo que prestas atención también están influyendo (como explica en esta charla el investigador en neurociencia, David del Rosario).
Todo tu ser entra en un proceso de cambio que te va transformando en una versión distinta de ti, (que no tiene por qué ser mejor ni peor). Conviene despedirse en algún punto de tu identidad anterior y afrontar el duelo por lo que dejas ir. No pasa nada, es normal. Recuerda que conoces más o menos lo que pierdes, pero todavía no entiendes el lado maravilloso de lo que está por llegar ❤️
Van a desaparecer personas de tu vida en este período, quizá para siempre. Otras las sentirás más cerca que nunca, quizá para siempre. Es normal, la vida son etapas incluso con las personas que te rodean -tengas o no tengas hijos-, y es incluso bueno que así sea.
✨ Espero volver por aquí el próximo martes contándote que ya sentí la Contracción que inició el cambio más importante de mi vida.