Lo que encontrarás hoy:
Un mensaje para mi padre.
Lo que he aprendido con su muerte.
Una historia muy especial.
✨ Un mensaje para mi padre.
“Felicidades papá”.
Es lo primero que he pensado cuando he abierto los ojos esta madrugada. Hoy sería (¿es?) su cumpleaños. En cuanto ha detectado mi inquietud y el movimiento de mis párpados, mi perrita ha venido corriendo a mi lado de la cama para que la acaricie como merece, mientras yo he seguido dando vueltas a este pensamiento.
Cuánto ha cambiado mi vida desde que se fue y cuánto me gustaría haberlo compartido con él. Nos dejó hace algo más de 5 años, pero todavía no me acostumbro, y supongo que nunca llegaré a hacerlo del todo. Ahora entiendo por qué tanto él como mi madre me hablan de mis abuelos, me recuerdan sus hazañas y las fechas importantes de sus vidas.
Cuando se van, tú no vas a olvidarlos jamás. Los llevas contigo cada día, cada minuto, en cada bella experiencia y en cada momento triste. Forman parte de ti, para lo bueno y lo malo, los encuentras incluso al mirarte en el espejo, y, -si los tienes- quieres que tus hijos también los tengan presentes, porque también forman parte de su ser.
✨ Las 7 lecciones que aprendí tras la muerte de mi padre.
Los peores momentos de la vida son los que más capacidad tienen de enseñarte grandes lecciones, sobre todo si estás atento y prestas atención.
La pérdida es una de las maestras más poderosas. Hoy te quiero contar las lecciones más importantes que he podido aprender gracias a ella:
La única propiedad y control que posees en la vida es tu alma.
Nada ni nadie más allá de eso te pertenece, ni siquiera tu cuerpo, porque la enfermedad puede llegar cuando le plazca (mucho más si compras papeletas con malos hábitos) o un accidente. La vida de otras personas todavía están más alejadas de tu área control, incluso la de tus hijos. No puedes decidir ni elegir por ellos, por mucho que creas que sabes qué es lo que más les conviene. Cada uno el único dueño de su vida y tiene su propio camino. Sólo tu alma y tu espíritu te pertenecen, tu ser. Es lo único que, pase lo que pase, siempre será tuyo.Tu ser, tu luz, forma parte de ti y de todos aquellos a los que has iluminado.
El bien que haces en tu día a día con detalles tan “insignificantes” como abrir la puerta a un desconocido, bromear con tus amigos o compañeros de trabajo, o las acciones de mayor envergadura, como hacerte voluntario o ayudar a una persona que está sufriendo… todas esas acciones y actitudes iluminan el mundo. Ofrecer alegría, energía y esperanza a otras personas hace que parte de ti viva con ellos para siempre. Ayudar a los demás te hace inmortal porque desde ese momento tu luz les acompaña, incluso de forma subconsciente. Y lo mejor es que ofrecer esto, en lugar de ensombrecerte o quitarte energía, te hace brillar de forma más intensa.Sólo vives esta vida una vez, así que elige lo que quieres hacer.
A nadie le importa el camino vital que elijas, si quieres vivir en tu ciudad de toda la vida o en la conchinchina, si quieres casarte o no, si quieres divorciarte porque ya no puedes más o si quieres ser profesor, médico o vivir limpiando las calles. Aunque algunos lo critiquen en algún momento, en realidad a nadie le importa. Tu vida es sólo tuya, es sólo ésta, y tú eres la única persona responsable de elegir tu camino, tu calma y tu felicidad.
Cuando se acerca tu último aliento, sólo te queda pensar en si has amado, si has vivido y si has cumplido con tu propósito.
Como se dice en la película de Braveheart, “todo el mundo muere, pero no todo el mundo realmente vive”. Llegamos al mundo creyendo que no sabemos nada de él y que tendremos que sacrificarnos, pero en el fondo intuimos lo que nos hace felices y nos ayuda crecer, o en cambio, nos amarga. A pesar de esa intuición, muchos eligen el camino de amargura y el miedo, pero es un error. Estamos aquí para aprender, para mejorar, para experimentar un propósito y una forma de vida que nos apasione. No hemos venido a sufrir, hemos venido a vivir.Algunas personas están en tu vida por un período de tiempo concreto, y está bien.
No hay que hacer un drama al perder el contacto con alguien. No pasa nada. Hay quien debe pasar un instante -más o menos largo- por tu vida para alegrarte en un momento y removerte después, y no pasa nada. Quizá han llegado hasta ti para que aprendas a respetarte, a valorarte y a decir que no a lo que sabes que no te hace bien. O quizá, simplemente para que aprendas a aceptar que se han ido y que tu vida sigue sin ellos. Sea por el motivo que sea, una vez han salido, déjalas ir en paz y date la oportunidad de mirarte a ti mismo, a tus capacidades y a la enorme cantidad de personas que permanecen a tu alrededor.Nunca sabes lo que puede llegar a tu vida, sólo te queda confiar en que si eres coherente contigo, todo irá bien.
Mi vida ha cambiado tanto estos últimos años, que si me hubieras dicho al día siguiente de fallecer mi padre que ese año iba a viajar, iba a trabajar en formación, y que después me iba a ir a estudiar y trabajar a Madrid, no te habría creído.
Pero si además, el 14 de marzo de 2020 (día en el que volví a Alicante para estar con mi madre antes de que nos encerraran), me hubieras dicho en qué posición me iba encontrar tan sólo 3 años después, (viviendo al lado del mar, propietaria de un hogar y una perrita con quien entonces era mi ex, trabajando como autónoma, investigando para una escribir una novela, empezando un máster en comunicación y esperando unos cuantos cambios más que van a llegar en breves…), no me lo habría creído. De verdad, es que te habría respondido que ni de broma, que es imposible, que es muy poco tiempo para tantísimo cambio. Y sin embargo, así está siendo. Si le das la oportunidad, si actúas a pesar del miedo, si te dejas llevar y si confías en ella, la vida puede sorprenderte.Haz caso a tu intuición y a tus sueños.
Desde que falleció, he soñado muchas noches con mi padre. En la gran mayoría de sueños me decía que había venido a verme, nos dábamos un abrazo, yo lloraba un poco y después me reía, como cuando me contaba alguno de sus chistes. A veces incluso aparecían mariposas. *Esta misma noche he tenido uno de esos en los que sentía su cálido abrazo.
Ahora confío mucho más que antes en mi intuición, he tomado decisiones más arriesgadas, menos racionales, pero más seguras emocionalmente, y le doy más valor a mis sueños. Si le veo en uno de ellos, me habla y me reconforta, cuando me despierto no pienso “sólo ha sido un sueño”, pienso “qué bien, esta noche he visto a mi padre, hoy será un día estupendo”, y me quedo con eso. Gracias a ellos me siento conectada con él, aunque no sé ni entiendo dónde está ahora. Así que el último aprendizaje que te comparto es que escuches los sueños que quieren decirte algo.
🎂✨ Un año de esta newsletter.
Esta semana Historias Bonitas cumple un año.
Abrí este cuarto de reflexiones sin un objetivo concreto, simplemente porque me revitaliza y me inspira escribir cada semana, y compartirlo me ayuda a abrirme y a evolucionar como persona. Y así ha sido cada martes ✨
Quizá a partir de ahora sí empiece a pensar en más cambios y objetivos, porque como decía Heráclito, el cambio es la única constante.
Muchas gracias por estar aquí y entrar de vez en cuanto a mi cuarto de las maravillas.
💜🥳🎂
✨ Una historia muy especial ❣️
Como no podía ser de otro modo, 👉🏻 aquí te dejo la Historia Bonita de mi padre, Don José Antonio, la primera que lancé en mi web hace un año.
Entiendo que quizá no te resulta de entrada una historia atractiva porque probablemente no le has conocido, pero ¡no lo subestimes! Sus afirmaciones, hechas al final de su vida, pueden sorprenderte. Era un hombre con mucha luz y profundidad, que tenía muchos dones. Además, esta es una historia escrita en su mayoría por él mismo.
Hola: post que hace reflexionar y siempre te quedas con cosas importantes.
Agradecer que expongas parte de tu vida y bonito leer la "historia bonita de tu padre".
Me gusto la frase de "todo el mundo muere, pero no todos viven", la recordaré al menos durante un tiempo.
Lecturas que vale la pena y agradecer tu tiempo.
Enhorabuena Ana por tu newsletter.
En Enero falleció la mujer de mi primo, una gran persona, mejor madre de 4 niños pequeños (de 14 a 8 años) y con una entereza y fuerza ejemplar, quizás con las herramientas como psicóloga de profesión o, porque ella tb perdió a su madre en situación parecida (cáncer de tráquea). Hoy me he despertado con la llamada de un buen amigo dándome la mala noticia de que una amistad de nuestra juventud, que tanto el tiempo como las circunstancias de la vida nos ha separado y dejado definitivamente sin poder compartir más momentos con él, está en paliativos. En breve sonará el móvil trasladándonos a todos lo que es inminente. Me dice este gran amigo, que lleva luchando a su lado como un hermano todo el proceso (le donó medula compatible para poder luchar contra la leucemia) que ha mantenido su fortaleza y buen humor hasta el final, para que sus padres no sufrieran más de lo que lo han hecho estos años (muere sin pareja, ni hijos, pero el vacío que deja es muy grande entre tantos amigos y gente que ha tenido la oportunidad de pasar un buen rato con esta gran y "peculiar" persona".
Haber podido encontrar tus palabras, que tanto representan la actitud ante la vida que uno siempre quiere mantener, ha sido esperanzador. Muchas gracias, de verdad. Palabras motivadoras y alentadoras. Seguro que, al igual que mi experiencia de hoy, harás muy feliz o darás esperanzas y ánimo a mucha gente con tus historias, haciendo de la vida un mundo mejor.
Myriam y Arturo, se llamaban. Pero la desgracia no tiene nombre, y todos tenemos la mala suerte de conocer este relato. Lo importante es ver que la muerte, es parte de la vida.. Gracias, de corazón