Cuando era pequeña todos los profesores decían que era una niña muy obediente. Siempre que lo comentaban con mis padres, yo me alegraba y me sentía muy orgullosa. Pensaba que eso era lo que se esperaba de mí, lo mejor que se podía decir de una niña.
He seguido manteniendo esta actitud mucho tiempo (demasiado), pero los años y los “palos” recibidos me han demostrado que estaba muy -MUY- equivocada. El camino de la obediencia per se beneficia al que manda, no necesariamente al mandado.
Actuar tal como te nace, sin perjudicar a nadie y siendo coherente contigo mismo en todo momento, es lo que traerá paz y sensación de plenitud.
Ser desobediente por naturaleza te ayuda a conocerte, a saber qué quieres y a ser sincera o sincero contigo y con los demás. Obedecer, sin más, te lleva a perderte y a desconectarte de tu esencia, de quién eres, de lo que deseas. de lo que sientes.
Hace unos días se lo escuché decir a Guillermo del Toro. Palabras que me llegaron al alma, conectaron con mis ideas y me están ayudando a apoyar el camino que he elegido, a pesar de que me sienta diferente, desobediente y fuera de la norma.
Su reciente película, Pinocho (en Netflix), ha sido reconocida como una de las mejores producciones animadas del año a nivel mundial, cargando con muchos premios a sus espaldas. Una obra de arte que le ha llevado más de 15 años culminar.
Durante la presentación del libro conmemorativo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Guillermo afirmó que “la desobediencia es el único camino para conciencia. La obediencia no te lleva a aceptar ni el yo ni la idea de quién eres”. Te lleva a perderte en lo que quiere otro…
Del Toro llevaba casi 30 años intentando llevar a la realidad esta versión de la película basada en la obra del italiano Carlo Collodi publicada en 1883, pero ninguna productora la aceptaba. “En las películas, que sea difícil que digan que sí es lo que las hace valiosas”, afirmó.
En palabras del autor, esta obra trata de…
La idea de la infancia como un momento bastante difícil.
La paternidad como una cosa llena de fallas humanas, pero entrañable, la falta de comunicación entre padre e hijos es el motor de la película. La película está organizada a través de varias historias de padres e hijos.Generalmente Pinocho trata de la obediencia como virtud, me parece que la desobediencia es la verdadera virtud.
Y quería hablar de eso, de cómo se puede ser amado sin que te quieran transformar, te deberían querer o dejarte.
No se trata de una fábula en la que Pinocho obedezca y se transforme sino una historia en la que Pinocho desobedece y el mundo se transforma.
Y pienso que tiene razón. La infancia no siempre es una época maravillosa. Yo recuerdo momentos preciosos, pero también otros en los que sufrí mucho, a los que no quisiera regresar. Y la paternidad/maternidad… todavía no tengo el placer de saberlo, pero imagino que es algo mucho más complejo y plagado de errores de lo que las películas, historias o nuestra propia imaginación nos suelen hacer creer.
Padres, madres, hijas, hijos, hermanos, amigos, empleados, jefes, compañeros, vecinos… todos somos humanos, personas con miedos, sueños e inquietudes, que van tomando decisiones acertadas y desacertadas a diario.
Así que, antes de obedecer a una persona o una norma social, piénsalo dos veces. ¿Es coherente con quien eres, con tus deseos y tus valores? ¿Desobedecerla implicaría dañar a un ser vivo o al planeta?
Respóndete con sinceridad, y actúa en coherencia contigo. Porque al final de la vida, la única persona frente a la que tendrás que rendir cuentas será frente a ti mismo.
Por cierto, la película es deliciosa. Llena de grandes lecciones y frases, habla de padres imperfectos e hijos imperfectos, de las decisiones, la confianza, la pérdida, la vida y especialmente, del amor ❤️
🧡 Aquí para ver el tráiler de Pinocho en Español Latino.
💛 Aquí el tráiler de Pinocchio en Inglés.
Buenos días: creo que la sociedad ha evolucionado a pasos agigantados (para bien o para mal... ), y también en mi época de colegial lo que se me inculcaba y era incuestionable era obedecer lo que te mandaban en el colegio, ni los propios padres ponían en duda lo que se ordenaba por el profesorado.
Era algo mas que enseñanza, el colegio era un "educador", que incluso estoy por seguro que en muchos casos influía mas que los padres en tu formación como persona, y el profesor era algo así como un Dios.
Por supuesto nada que ver con la situación actual, hoy en día si se exigen razonamientos, se cuestionan las cosas y somos conscientes de nuestros derechos. En los niños a su nivel, lo mismo.
Todo lo dicho a nivel genérico, por supuesto siempre habrán excepciones.
Un saludo.